Artículos Guías Manuales Sistemas Linux Windows Redes MySql Binario 0 Binario Cero
El Esquema Nacional de Seguridad (ENS) es el marco regulatorio español que establece los principios y requisitos mínimos para garantizar la seguridad de la información en el sector público y en organizaciones privadas que prestan servicios o manejan información para la Administración. Su enfoque se basa en asegurar un nivel adecuado de confidencialidad, integridad, disponibilidad, autenticidad y trazabilidad.
A continuación se detallan los elementos esenciales que deben cubrirse para cumplir con el ENS.
1. Marco organizativo
Define la estructura y las responsabilidades necesarias para gestionar la seguridad.
Puntos esenciales
- Nombrar un Responsable de la Información, Responsable del Servicio y Responsable de Seguridad.
- Definir la política de seguridad de la organización.
- Establecer un comité de seguridad que supervise la implementación del ENS.
- Realizar formación, concienciación y difusión interna de normas y buenas prácticas.
Este marco garantiza que la seguridad esté gobernada adecuadamente y con roles asignados.
2. Marco operacional
Es la parte práctica del sistema, centrada en los procesos diarios.
Incluye
- Gestión de riesgos siguiendo el ciclo de vida del servicio.
- Procedimientos de operación segura, incluidos:
- Gestión de identidades y control de accesos.
- Gestión de incidencias.
- Continuidad de negocio y recuperación ante desastres.
- Registro de actividad y trazabilidad.
- Clasificación de la información y los sistemas.
- Gestión de proveedores y terceros.
El marco operacional debe documentarse y mantenerse actualizado.
3. Medidas de protección
El ENS establece 73 medidas distribuidas en varias familias, agrupadas en tres niveles: básico, medio y alto. Los sistemas deben aplicar las medidas del nivel que les corresponda según su categoría.
Principales familias de medidas
1. Marco organizativo
- Política de seguridad.
- Funciones y responsabilidades.
- Procedimientos y normativa interna.
2. Protección de instalaciones
- Control de acceso físico.
- Seguridad ambiental.
- Protección frente a desastres.
3. Medidas de protección lógica y tecnológica
- Control de accesos lógico.
- Segmentación de redes.
- Configuración segura de sistemas.
- Gestión del ciclo de vida del software.
- Copias de seguridad.
- Criptografía y certificados.
4. Explotación y operación
- Gestión de cambios.
- Monitorización continua.
- Respuesta y gestión de incidentes.
- Registro y conservación de evidencias.
5. Protección frente a situaciones de emergencia
- Planes de continuidad.
- Ensayos y pruebas periódicas.
4. Análisis y gestión de riesgos
Uno de los pilares del ENS es identificar el nivel de protección necesario.
Tareas clave
- Valorar el impacto de incidentes en la información.
- Asignar categoría al sistema (Básico, Medio, Alto).
- Alinear las medidas de seguridad exigidas a la categoría correspondiente.
- Elaborar un Plan de tratamiento del riesgo.
El análisis debe revisarse periódicamente o cuando cambie el sistema.
5. Declaración de Aplicabilidad (SoA)
Documento obligatorio donde se justifican:
- Las medidas ENS aplicadas.
- Las medidas excluidas y por qué.
- El nivel de cumplimiento actual.
- Los planes de mejora.
Es equivalente a la SoA de ISO 27001, pero ajustada a los requisitos del ENS.
6. Auditoría de seguridad
El ENS exige auditorías periódicas:
Frecuencia
- Sistemas de categoría Básica: cada 2 años.
- Sistemas de categoría Media o Alta: cada 1 año.
Objetivos
- Evaluar cumplimiento real de las medidas ENS.
- Identificar desviaciones, vulnerabilidades y mejoras.
- Emitir un Informe de Auditoría obligatorio.
7. Conformidad y declaración responsable
Para demostrar cumplimiento:
- La organización debe elaborar una Declaración de Conformidad.
- Debe publicar un Informe de Estado de Seguridad.
- Puede solicitar certificación ENS a través de un organismo acreditado.
Esto es crucial para entidades que trabajan con la Administración Pública.
Conclusión
El ENS es un marco sólido que combina gobernanza, procedimientos y medidas técnicas para garantizar la seguridad de los sistemas públicos. Su correcta adopción implica compromiso institucional, disciplina documental, análisis de riesgos y mejora continua. Cumplirlo no sólo es un requisito legal para muchas entidades, sino también una garantía de confianza y resiliencia.